Si le diera a escoger
entre un diamante o un pedazo de estiércol ¿Cuál escogería?
Y es que estoy
completamente convencido que usted escogería al diamante sin dudarlo siquiera.
Pero ¿Y si vistiera al
pedazo de estiércol con un fino traje lo preferiría por sobre el diamante?
Y si aun así no lo
acepta ¿Lo aceptaría si estuviera cubierto con ese fino traje, un auto nuevo,
una casa lujosa, y con mucho dinero?
Lo más probable, sería
que ahora lo pensaría dos veces o se preguntaría ¿Cuánto suma todo lo anterior,
más que el diamante?
Pero si sumara más que
el diamante, usted tendría que estar consciente que aceptó al pedazo de estiércol
por lo que tenía, no por lo que era.
Así precisamente es
con las personas; algunas se esconden tras cosas, títulos o lujos. Y otros
simplemente brillan por su propio ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario